"DOS NORMAS MAGNÍFICAS"
Todo el progreso de A.A. se puede calcular en función de dos palabras solamente: Humildad y responsabilidad. Todo nuestro desarrollo espiritual puede medirse con precisión conforme al grado de apego que tengamos a estas magníficas normas.
TAL COMO LA VE BILL, No. 271
Reconocer y respetar los puntos de vista, los logros y las prerrogativas de otros, así como aceptar estar equivocado, me enseña el camino de la humildad. La práctica de todos los Principios de A.A. en todos mis asuntos me guía a ser responsable. Hacer honor a estos preceptos me da creencia en la Cuarta Tradición y en todas las demás Tradiciones de la Comunidad. Alcohólicos Anónimos ha desarrollado una filosofía de vida llena de válidas motivaciones, rica en grandes principios y en valores éticos, una forma de ver la vida que puede extenderse más allá de los confines de la población alcohólica. Para hacer honor a estos preceptos solamente tengo que orar y cuidar de mis compañeros humanos como si cada uno de ellos fuera mi hermano.
Compañeros buenos días soy Armando un enfermo alcohólico adicto, “HUMILDAD Y RESPONSABILIDAD” A mi llegada a la Comunidad, la verdad es que esas palabras no entraban en mi mente y vocabulario, por desconocimiento de su significado real y practica de las mismas, recordar el gran ejemplo que se me dio por esos hombres y mujeres, la humildad ya no la veo como algo humillante, más bien la veo como el servicio que puedo prestar desinteresado a todos mis compañeros y semejantes, en mis inicios como me reía de mi mismo ya que me veía lavando tazas, barriendo y acomodando sillas, ¡jamás lo hubiera imaginado! Pero poco a poco fui dejándome guiar y cuando menos acorde ya estaba dándole vida a estos maravillosos Principios, realmente tuve que estar sinceramente dispuesto a todo para lograr entrar en este camino tan difícil pero tan gratificante, se que tengo que seguir adelante para llegar a la tan ansiada VIDA UTIL Y FELIZ que se me prometió, Puedo darme cuenta que no era una utopía, hoy lo disfruto al máximo en la compañía de mi Poder Superior, mi familia, mi agrupación, mi trabajo y todos mis semejantes. La responsabilidad que hoy tengo que desempeñar es, cuidar mi agrupación y apoyar a mis compañeros, “hermanos de dolor”, solo trabajando conmigo y con los demás es como encuentro esa formula para mi desarrollo espiritual, le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de poderte servir a ti mi amado hermano.
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